
Es imprescindible reducir la dependencia de nuestra economía del petróleo y los combustibles fósiles. Es una tarea urgente, según muchos de los estudiosos del medio ambiente, porque la amenaza del cambio climático global y otros problemas ambientales son muy serias y porque, a mediano plazo, no podemos seguir basando nuestra forma de vida en una fuente de energía no renovable que se va agotando. Además esto lo debemos hacer compatible, por un deber elemental de justicia, con lograr el acceso a una vida más digna para todos los habitantes del mundo.
La situación del Uruguay es bastante delicada debido a que el abastecimiento de energía eléctrica a la población está basada en una matriz múltiple en la cual se complementan energía hidroeléctrica, Centrales térmicas y gas natural es parte del la integración energética en Uruguay con países vecinos.
A título de ejemplo, la Argentina, tiene un Reactor para producción de energía eléctrica, cuyo núcleo consta de 253 elementos combustibles con pastillas de dióxido de uranio natural y vainas de Zircaloy. Un elemento combustible está formado por 37 barras. Cada elemento combustible contiene 152 Kg. de uranio natural. La potencia eléctrica de 367 MW brutos producida por el turbo -grupo, correspondientes a 345 MW netos, se entrega, a través de la subestación de alta tensión de 220 kV de Villa Lía, a la red de interconexión del GRAN BUENOS AIRES LITORAL. Actualmente está construyendo otra planta nuclear (Atucha -2) para complementar con Atucha 1 y , de esta manera, cubrir sus necesidades energéticas por mucho tiempo.
A nivel mundial, las centrales nucleares aportan ya alrededor del 17% del total de la electricidad d
el planeta. Prácticamente no producen emisiones de dióxido de carbono (CO2), dióxido de azufre (SO2) ni óxido de nitrógeno (NO2). Al menos cinco países, entre los que se cuentan Francia, Suecia y Bélgica, obtienen más del 50% de sus suministros totales de electricidad de la energía núcleoeléctrica. Otros diez países, incluidos España, Finlandia, el Japón, la República de Corea y Suiza, producen en centrales nucleares el 30% o más de sus suministros totales. Además, un gran número de naciones en desarrollo, incluidas la Argentina, el Brasil, China, la India, México y el Pakistán, tienen centrales nucleares en servicio. Actualmente hay en el mundo más de 430 reactores en funcionamiento que producen aproximadamente tanta electricidad como la que proviene de la energía hidroeléctrica.
Evitar las emisiones de gas: Efecto invernadero
La creciente utilización de energía núcleoeléctrica desde el decenio de 1960 sumada a los aumentos constantes del aprovechamiento de la energía hidroeléctrica han ayudado a frenar la producción mundial de dióxido de carbono. Si la energía eléctrica de origen nuclear generada anualmente en el mundo fuese producida por centrales de carbón, o combustibles fósiles, de emisiones adicionales, se originarían 1600 millones de toneladas de CO2.
En otras palabras, si en la actualidad el mundo no utilizara energía núcleoeléctrico, las emisiones mundiales de dióxido de carbono aumentarían, como mínimo, en un 8% cada año.
La energía núcleoeléctrica es también más benigna para el medio ambiente desde el punto de vista de la gestión de desechos. Además de las grandes cantidades de gases de invernadero y de ácido sulfúrico generadas, una central de carbón de 1000 MW(e) produce anualmente unas 300 000 toneladas de cenizas que contienen, entre otras cosas, materiales radiactivos y metales pesados que terminan en los vertederos y en la atmósfera. En cambio, los desechos radiactivos producidos por una central nuclear de la misma potencia ascienden solo a unas 800 toneladas de desechos de actividad baja y media y a unas 30 toneladas de desechos de actividad alta al año, los cuales pueden aislarse de la biosfera.
Aunque los gobiernos se han comprometido con la tendencia mundial hacia una reducción de las cantidades de CO2 producidas por cada unidad de energía consumida, relativamente pocos países han logrado reducir la producción de gases de invernadero mediante el paso a los combustibles no fósiles como lo son: Francia, Japón, India, República de Corea y Suecia, que lo han hecho reducido notablemente sus emisiones de CO2 por unidad de producción de energía en hasta un 30% a lo largo de los últimos 30 años.
Cuando la opción nuclear se considera viable, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) puede, si así se desea, prestar asistencia a los Estados Miembros para una cuidadosa planificación de su aprovechamiento, e incluso prestar ayuda para la creación de las infraestructuras industriales y organizativas adecuadas y la capacitación de personal, y para que se garanticen la eficacia y la seguridad de la explotación y el mantenimiento de las instalaciones nucleoeléctricas.
También es importante conocer que el costo de producción de un kilovatio nuclear puede situarse entorno al 65% de la media de la producción de un kilovatio en el product-mix de todos los sistemas. Este argumento posiblemente pese en la mentalidad estadounidense ya que existen 104 centrales nucleares en operación con una capacidad de 97 GW. El 20% de la energía eléctrica tiene fuente nuclear, siendo EEUU un país productor de petróleo. A pesar de ello, en este momento tampoco se está aumentando la construcción de nuevas centrales de producción eléctrica con base nuclear, aunque en los planes energéticos para los próximos 40 años se planifican la puesta en operación de 50 nuevas centrales nucleares.
La energía nuclear es de las tecnologías que menos emisiones originan, 0,01 gramos de dióxido de carbono equivalentes por cada kWh producido. Este mismo valor para una central de ciclo combinado es de 400 a 1.250 gramos equivalentes por kWh. En el mundo, la energía nuclear sigue aumentando. En el año 2001 se pusieron en operación nueve reactores nuevos en Japón y Rusia, y están en construcción no menos de 30
unidades, en la mayoría en países asiáticos. En Europa hay 143 reactores nucleares que aportan el 33,9% del consumo eléctrico de Europa:En Finlandia, el 32,2% de la energía eléctrica es de origen nuclear.En Alemania el 30,6% de su energía eléctrica tiene como fuente los combustibles nucleares.En Bélgica, donde el 56,8% de la energía eléctrica es de origen nuclear, existe un proyecto, basado en siete reactores nucleares mas para los próximos 40 años.
Corea tiene 16 centrales nucleares para producción de electricidad y tiene en construcción cuatro reactores más. El 40,7% del total de energía eléctrica consumida es de origen nuclear. Japón cuenta con 53 reactores con una capacidad de 47,3 GW. En la actualidad están en construcción dos nuevas centrales y otras ocho están planificadas a partir de este año.Taiwán dispone de seis centrales que producen el 33% de su energía eléctrica. Además, tiene en construcción otras dos nuevas unidades. Pakistán, India, China, México, Brasil, Cuba y otros países en desarrollo, disponen de centrales nucleares o de planes para ponerlas en operación, aunque casi siempre muy acotadas por la indisponibilidad de capitales.
Como queda patente, el enfoque y planteamiento de la energía nuclear como fuente de energía eléctrica en el mundo es una realidad. Ello se debe a que la energía nuclear está afectada por movimientos de opinión más que por razonamientos técnicos. Movimiento medio ambientalistas y ecologistas aparecen como los principales opositores cuando deberían ser los que impulsen estos cambios tecnológico. Por otro lado, ningún opositor de las tecnologías nucleares rechazan estudios médicos de medicina nuclear, resonancias magnéticas nucleares y Cobalto terapia cuando la salud y la vida están de por medio.
R. Tagle
La situación del Uruguay es bastante delicada debido a que el abastecimiento de energía eléctrica a la población está basada en una matriz múltiple en la cual se complementan energía hidroeléctrica, Centrales térmicas y gas natural es parte del la integración energética en Uruguay con países vecinos.
A título de ejemplo, la Argentina, tiene un Reactor para producción de energía eléctrica, cuyo núcleo consta de 253 elementos combustibles con pastillas de dióxido de uranio natural y vainas de Zircaloy. Un elemento combustible está formado por 37 barras. Cada elemento combustible contiene 152 Kg. de uranio natural. La potencia eléctrica de 367 MW brutos producida por el turbo -grupo, correspondientes a 345 MW netos, se entrega, a través de la subestación de alta tensión de 220 kV de Villa Lía, a la red de interconexión del GRAN BUENOS AIRES LITORAL. Actualmente está construyendo otra planta nuclear (Atucha -2) para complementar con Atucha 1 y , de esta manera, cubrir sus necesidades energéticas por mucho tiempo.
A nivel mundial, las centrales nucleares aportan ya alrededor del 17% del total de la electricidad d

Evitar las emisiones de gas: Efecto invernadero
La creciente utilización de energía núcleoeléctrica desde el decenio de 1960 sumada a los aumentos constantes del aprovechamiento de la energía hidroeléctrica han ayudado a frenar la producción mundial de dióxido de carbono. Si la energía eléctrica de origen nuclear generada anualmente en el mundo fuese producida por centrales de carbón, o combustibles fósiles, de emisiones adicionales, se originarían 1600 millones de toneladas de CO2.
En otras palabras, si en la actualidad el mundo no utilizara energía núcleoeléctrico, las emisiones mundiales de dióxido de carbono aumentarían, como mínimo, en un 8% cada año.
La energía núcleoeléctrica es también más benigna para el medio ambiente desde el punto de vista de la gestión de desechos. Además de las grandes cantidades de gases de invernadero y de ácido sulfúrico generadas, una central de carbón de 1000 MW(e) produce anualmente unas 300 000 toneladas de cenizas que contienen, entre otras cosas, materiales radiactivos y metales pesados que terminan en los vertederos y en la atmósfera. En cambio, los desechos radiactivos producidos por una central nuclear de la misma potencia ascienden solo a unas 800 toneladas de desechos de actividad baja y media y a unas 30 toneladas de desechos de actividad alta al año, los cuales pueden aislarse de la biosfera.
Aunque los gobiernos se han comprometido con la tendencia mundial hacia una reducción de las cantidades de CO2 producidas por cada unidad de energía consumida, relativamente pocos países han logrado reducir la producción de gases de invernadero mediante el paso a los combustibles no fósiles como lo son: Francia, Japón, India, República de Corea y Suecia, que lo han hecho reducido notablemente sus emisiones de CO2 por unidad de producción de energía en hasta un 30% a lo largo de los últimos 30 años.
Cuando la opción nuclear se considera viable, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) puede, si así se desea, prestar asistencia a los Estados Miembros para una cuidadosa planificación de su aprovechamiento, e incluso prestar ayuda para la creación de las infraestructuras industriales y organizativas adecuadas y la capacitación de personal, y para que se garanticen la eficacia y la seguridad de la explotación y el mantenimiento de las instalaciones nucleoeléctricas.
También es importante conocer que el costo de producción de un kilovatio nuclear puede situarse entorno al 65% de la media de la producción de un kilovatio en el product-mix de todos los sistemas. Este argumento posiblemente pese en la mentalidad estadounidense ya que existen 104 centrales nucleares en operación con una capacidad de 97 GW. El 20% de la energía eléctrica tiene fuente nuclear, siendo EEUU un país productor de petróleo. A pesar de ello, en este momento tampoco se está aumentando la construcción de nuevas centrales de producción eléctrica con base nuclear, aunque en los planes energéticos para los próximos 40 años se planifican la puesta en operación de 50 nuevas centrales nucleares.
La energía nuclear es de las tecnologías que menos emisiones originan, 0,01 gramos de dióxido de carbono equivalentes por cada kWh producido. Este mismo valor para una central de ciclo combinado es de 400 a 1.250 gramos equivalentes por kWh. En el mundo, la energía nuclear sigue aumentando. En el año 2001 se pusieron en operación nueve reactores nuevos en Japón y Rusia, y están en construcción no menos de 30
unidades, en la mayoría en países asiáticos. En Europa hay 143 reactores nucleares que aportan el 33,9% del consumo eléctrico de Europa:En Finlandia, el 32,2% de la energía eléctrica es de origen nuclear.En Alemania el 30,6% de su energía eléctrica tiene como fuente los combustibles nucleares.En Bélgica, donde el 56,8% de la energía eléctrica es de origen nuclear, existe un proyecto, basado en siete reactores nucleares mas para los próximos 40 años.
Corea tiene 16 centrales nucleares para producción de electricidad y tiene en construcción cuatro reactores más. El 40,7% del total de energía eléctrica consumida es de origen nuclear. Japón cuenta con 53 reactores con una capacidad de 47,3 GW. En la actualidad están en construcción dos nuevas centrales y otras ocho están planificadas a partir de este año.Taiwán dispone de seis centrales que producen el 33% de su energía eléctrica. Además, tiene en construcción otras dos nuevas unidades. Pakistán, India, China, México, Brasil, Cuba y otros países en desarrollo, disponen de centrales nucleares o de planes para ponerlas en operación, aunque casi siempre muy acotadas por la indisponibilidad de capitales.
Como queda patente, el enfoque y planteamiento de la energía nuclear como fuente de energía eléctrica en el mundo es una realidad. Ello se debe a que la energía nuclear está afectada por movimientos de opinión más que por razonamientos técnicos. Movimiento medio ambientalistas y ecologistas aparecen como los principales opositores cuando deberían ser los que impulsen estos cambios tecnológico. Por otro lado, ningún opositor de las tecnologías nucleares rechazan estudios médicos de medicina nuclear, resonancias magnéticas nucleares y Cobalto terapia cuando la salud y la vida están de por medio.
R. Tagle